I Jornadas de Antropología de lo carcelario  

Antropología y cárcel: desarmando las explicaciones totalizantes

Los días 5 y 6 de diciembre de 2024 se realizaron en Córdoba las primeras jornadas Antropología de lo carcelario, teniendo como sede la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC.  Estuvo organizado por el equipo de investigación Etnografías de lo carcelario: diálogos interdisciplinarios para investigar e intervenir en contextos de encierro (SECYT - Formar), con integrantes del Museo de Antropologías UNC, del Instituto de Antropología de Córdoba (CONICET) y  de la Facultad de Psicología UNC.


Antropología y cárcel: desarmando las explicaciones totalizantes

Se realizaron las I Jornadas de Antropología de lo carcelario

Los días 5 y 6 de diciembre de 2024 se realizaron en Córdoba las primeras jornadas Antropología de lo carcelario, teniendo como sede la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC.  Estuvo organizado por el equipo de investigación Etnografías de lo carcelario: diálogos interdisciplinarios para investigar e intervenir en contextos de encierro (SECYT - Formar), con integrantes del Museo de Antropologías UNC, del Instituto de Antropología de Córdoba (CONICET) y  de la Facultad de Psicología UNC.


Partiendo de la pregunta ¿Qué hace la Antropología en la cárcel?, el espacio se propuso como una instancia de discusión e intercambio entre investigadoras, investigadores y profesionales de distintos campos que vienen pensando sobre la problemática carcelaria y las experiencias que allí tienen lugar.

La primera jornada comenzó con la charla Qué hace la Antropología en la cárcel, donde estuvieron en diálogo Ludmila Da Silva Catela (IDACOR- CONICET), Natalia Ojeda (IDAES- UNSAM), Andrea Lombraña (IDAES- UNSAM) y Mauricio Manchado (Instituto de Investigaciones - FCPOLIT - UNR).

En el intercambio, pusieron en relieve la importancia de la perspectiva antropológica en la cárcel, la cual hace foco en las actividades precisas, aquellas que producen las personas en el “estar y ser en la cárcel”. Entendiendo, a su vez,  a la cárcel como espacio social, poniendo el ojo en aspectos críticos como las identidades, las trayectorias y las relación con el “afuera”. Lo que permite la antropología es “desarmar las explicaciones totalizantes de la cárcel, reconociendo las diferentes capas, actores y enfoques que no pueden ser contenidos en simples dicotomías”, sostuvo Manchado.

Asimismo, las y los expositores consideraron el aporte de la investigación empírica para el sistema carcelario, como una herramienta para identificar problemas y participar como insumo en la generación de políticas públicas. Da Silva Catela dijo en este sentido que “la relación entre antropología y cárcel debe ser siempre situada y atendiendo a los tiempos coyunturales, vaivenes sociales y políticos”.

Durante la misma jornada del jueves se llevaron adelante las mesas “Experiencias de gestión penitenciaria en perspectiva comparada: recurrencias y divergencias en las cárceles argentinas” e  “Investigaciones en torno a la educación en contextos de encierro”, con la presentación de 15 trabajos de diferentes provincias.

La segunda jornada, el viernes 6 de diciembre, dio comienzo con el conversatorio Experiencias de educación en cárceles desde Córdoba. Participaron Marcela Aspell e Inés León Barreto; de la Facultad de Derecho UNC; Alicia Acin y Patricia Mercado, de la Facultad de Filosofía y Humanidades UNC (FFyH) y Rossana Gauna, coordinadora del Programa Universidad, Sociedad y Cárcel (PUSYC) de la Procuración Penitenciaria de la Nación. En todos los casos, destacadas por su amplia trayectoria en docencia en la cárcel desde diferentes programas universitarios: el Programa Universitario en la Cárcel (PUC), de la FFyH; el Programa Universitario de Enseñanza del Derecho en la Cárcel (PUEDE); y el Programa Universidad, Sociedad y Cárcel.

La conversación fue guiada por las experiencias y el trabajo en cárceles que las profesionales e investigadoras realizan, destacando al PUC como un espacio que, partiendo desde una perspectiva de Derechos Humanos, otorga una especial importancia a la Educación y al derecho de las personas que transitan experiencias de encierro a acceder a él. 

En esta línea, Patricia Mercado, coordinadora del PUC entre 2004 y 2018, como síntesis de lo que significa este espacio, compartió: “el corazón del programa es el reconocimiento del otro, como semejantes y no sólo como objeto de rechazo”. También se destacó el valor del trabajo interdisciplinario e interinstitucional: “no nos alcanza con un método, necesitamos la mixtura que nos da la interdisciplina (la antropología, la psicología, la criminología, el derecho) como un mosaico que nos permite mirar de otra manera, más allá del foco clásico positivista”, sostuvo Inés León Barreto.

Por la tarde, se desarrollaron las mesas “Efectos extendidos de la prisión”  y “Violencia Institucional en contextos de encierro”, donde se presentaron 12 trabajos.

Por último, el conversatorio de cierre, Entre el barrio y la cárcel, tuvo lugar en el Museo de Antropologías, donde participaron Natalia Bermúdez (IDACOR - CONICET), Inés Mancini (IDAES - UNSAM) y Marina Liberatori (Museo de Antropologías).

Las presentaciones hicieron foco en el entramado y en la acumulación de violencias entre la cárcel y el barrio, de distintos tipos: de género, policial, institucional, interpersonal; así como  en la mixtura de prácticas que no nos permiten clasificar a las personas de un lado y del otro, el adentro y el afuera del encierro.

Algunas de las cuestiones que las antropólogas añadieron, se vinculan, además, a factores problemáticos tales como la perspectiva laboral y el mercado de trabajo, que se endurecen para personas en situación de vulnerabilidad penal: ¿a qué vida regresar luego de la cárcel? Al mismo tiempo, pusieron en valor la existencia de redes de parentesco y vecindad, relaciones de confianza horizontales que constituyen buena parte de los intercambios desde lo doméstico y lo colectivo para quienes atraviesan la experiencia de lo carcelario.

¿Alcanza con la etnografía?”, se preguntó Inés Mancini para continuar la conversación con sus compañeras de mesa, enfatizando en la necesidad de replantearse esto a la hora de exigir políticas públicas. Un interrogante que fue recogido por Natalia Bermúdez y Marina Liberatori, quienes coincidieron en la importancia de comunicar lo que las ciencias sociales hacen, su relevancia e impacto en la sociedad. Y también, sobre lo nutricio que resultan este tipo de jornadas, donde se puede acceder a experiencias, investigaciones y análisis desde distintas disciplinas y miradas.



La coordinación de estas primeras jornadas
Antropología de lo carcelario estuvo a cargo de Marina Liberatori, Agustín Villarreal, Nahuel Blázquez, José Paez, Camila Bergel, Cecilia Bitumi, María José Martínez, Agustina Pastran Guillén y Santiago Romero.