Noticias / Junio. Pieza del mes: “El Santito Protector”
Sala de Antropología Social
Junio. Pieza del mes: “El Santito Protector”
La pieza elegida para el mes de junio es «El Santito protector», una figura que se exhibe en la Sala de Antropología Social del Museo, y que se hace respetar porque puede movilizar tanto el bien como el mal.
La pieza elegida para el mes de junio es «El Santito protector», una figura que se exhibe en la Sala de Antropología Social del Museo, y que se hace respetar porque puede movilizar tanto el bien como el mal.
“Si no le cumplís, te puede volver el mal”, dicen los devotos de San La Muerte, un santo pagano de origen correntino o entrerriano, según la persona con la que se hable.
La mayoría de los relatos cuentan que él era un sacerdote católico que, al estilo de Robin Hood, se dedicaba a robarles a los ricos para repartir el botín entre los pobres. Un día lo arrestaron y murió de hambre en una celda; por eso se lo representa con la imagen de una calavera.
Tal vez por eso mismo, quienes no lo conocen lo asocian con el demonio, con lo monstruoso, con lo abyecto. Otros dicen que es un correlato de la Santa Muerte en México, quien también tiene una figura calavérica. Se lo asocia además a Exú, una entidad Umbanda de la cultuta afro-brasileña.
En mi experiencia, durante los dos años que duró mi trabajo de investigación en el marco de mi tesis doctoral*, del 2014 al 2016, todas las personas con las que hablé acerca del Santo en Villa La Tela, en Córdoba, me dijeron que a Él le tenés que cumplir en tiempo y forma porque Él no perdona ni espera. “El Santo cumple y es eficaz, y espera lo mismo de sus promesantes”.
San La Muerte comprende a quienes acuden a Él con cualquier tipo de pedidos y se hace respetar porque puede movilizar tanto el bien como el mal.
Durante el trabajo de campo conocí muchas historias que se entrecruzan con la del Santo. Entre grutas y altares donde se intercambiaban pedidos y favores por objetos de oro, cigarrillos, perfumes, comidas elaboradas, droga, dinero, entre otras cosas. Entre actividades ilegales, relaciones familiares y vecinales signadas por diferentes tipos de violencias y el amor y la protección de Él, del “Flaquito”, del “Santito”. San La Muerte que se hace respetar porque puede movilizar tanto el bien como el mal. San La Muerte que comprende a quienes acuden a Él con cualquier tipo de pedidos: los para el bien y los para el mal. Él cumple, siempre cumple.
La figura del Santo que se exhibe en el Museo, la compré en una santería de Córdoba (no te pueden regalar ninguna imagen de Él porque eso significa iniciar una relación con el Santo).
Está tapada porque en un sueño el Santo me recordó que no podía ser expuesto a no ser que estuviera en un ambiente de confianza. San La Muerte se aparece en sueños a sus devotos y también se me apareció a mí, a la antropóloga que en aquel entonces acompañaba y entretejía su vida con las de los vecinos de villa La Tela.