Mujeres migrantes de Pueblos Unidos

La política como lugar



El Museo de Antropología de la UNC fue el espacio elegido para presentar  el libro “La política como lugar: Trabajadores, migrantes y luchas por la ciudad en Córdoba, Argentina”, de María Victoria Perissinotti. Una obra que resulta fundamental para conocer y comprender la vida política de las clases trabajadoras y populares de la Argentina contemporánea desde Córdoba.

La actividad se desarrolló el 29 de noviembre , con la presencia de la autora y las antropólogas Julieta Quirós y Natalia Bermúdez del IDACOR; Rosalía Cáceres, dirigente del Movimiento Evita e integrante de la CTEP-Córdoba; y Alejandra Ciuffolini, investigadora y directora del colectivo “El llano en llamas” de la UCC y la UNC.

Territorios, política y mujeres migrantes

La política como lugar… traslada al lector a la periferia urbana cordobesa. A esas distanciadas tierras del sur, donde hace apenas una década sólo existían basurales, cortaderos de ladrillos y monte, y donde hoy crece, a pasos agigantados, un barrio que sus habitantes y constructores dieron a llamar “Pueblos Unidos”. Tal como señala Rosalía Cáceres, esta no es solo la historia de Pueblos Unidos. Es la historia de Comunidad Marta Juana González, de Los Artesanos, de El Pueblito, y de los más de 50 asentamientos que, según el relevamiento de la organización TECHO de 2016, fueron surgiendo y se fueron consolidando en las últimas dos décadas en distintos puntos de los suburbios metropolitanos de Córdoba.

Lejos de tratarse de un fenómeno novedoso, estos procesos de urbanización popular dan continuidad y agudizan las búsquedas -necesariamente forjadas como luchas- por el acceso al suelo y a la vivienda que, desde mediados del siglo pasado, protagonizan los sectores más precarizados de las clases trabajadoras en Argentina. Sin embargo, tal como muestra Victoria Perissinotti en su libro y así lo señaló Natalia Bermúdez en la presentación, el análisis minucioso y cotidiano de estos procesos, arraigado a la riqueza de los hallazgos etnográficos, permiten complejizar la comprensión de esta problemática histórica: el gran valor social de construir(se) una casa trasciende así la instancia material e individual de levantar paredes y techos, para tornarse en la gesta de un proyecto político empapado de ilusiones y sueños, “el juego colectivo entre lo posible y lo real” en términos de Ciuffolini, de construcción de un lugar social, un lugar de vida, pertenencia y respetabilidad existencial.

Son mujeres las que emergen como indiscutibles protagonistas y referentes. Mujeres migrantes y trabajadoras que, en el proceso de construir Pueblos Unidos, fueron entramando cotidianamente con distintas organizaciones, asociaciones, partidos políticos, funcionarios, agentes del Estado, voluntarios, militantes y referentes territoriales para hacer de ese proyecto una realidad posible. Pero a su vez, en ese mismo “entramar”, son ellas mismas, y con ellas sus comunidades, las que también se construyen. Rosalía Cáceres rescató que en los barrios las mujeres avanzan, transforman su alrededor y se transforman a ellas mismas. Así, el libro las visibiliza a ellas, a estas mujeres que desde sus realidades van construyendo la historia de nuestra ciudad.

Un lugar donde habitar: el “hacer-nos” entre la política y la investigación

Alejandra Ciuffolini propuso, durante la presentación, un valioso señalamiento a una conceptualización que resume una de las preocupaciones nodales del libro: el “hacerse” de la política. ¿Por qué pensar la política y su praxis desde una estructura gramatical impersonal cuando la política -y puntualmente la política como lugar- parecería estar dando cuenta de un “hacer-nos”? El desplazamiento propuesto, a su vez, va más allá del reconocimiento lingüístico de los sujetos implicados en la acción para invitarnos a asumir las transformaciones políticas y epistemológicas que atraviesan a los procesos de investigación y, en ello, a las propias subjetividades de quienes emprenden la labor de investigar. Dicho asunto aflora, justamente, de la lectura de La política como lugar… De como los propios recorridos reflexivos y de campo de su autora van guiando al lector a través de sus propias experiencias en el acompañar y compartir los vericuetos de esos procesos: sus éxitos y sus fracasos, sus largas esperas y sus logros, sus rupturas y sus alianzas. “Como ellas, nosotras también nos transformamos al calor de las luchas y los conflictos sociales”, señala Ciuffolini.

El libro aporta un interesante punto de reflexión sobre los cruces entre política e investigación. Sobre todo en un contexto plagado de cuestionamientos y sospechas sobre la utilidad de las ciencias -sobre todo sociales- en nuestras sociedades. Como reciente integrante de instituciones como el Museo de Antropología y el Instituto de Antropología de Córdoba -aunque no tan reciente habitante de sus espacios de investigación-, como compañera de andanzas en el barrio de quien escribe este libro, y como parte del equipo de investigación que nos acoge y nos guía bajo la apasionada dirección de Julieta Quirós, genera la alegre convicción de lo que puede llegar a comprender esa idea del “hacernos”.

Con y como lo hacen las mujeres migrantes de Pueblos Unidos, protagonistas de este libro, en las academias y en las universidades, en forma cotidiana se despliega un enorme trabajo y esfuerzo colectivo por construir lugares donde habitar. Espacios donde formarnos, donde escucharnos, donde hacer, pensar y aprender juntxs, para conocer, comprender y aportar herramientas que contribuyan a la construcción de una vida social más equitativa, justa y digna para todxs.

Este libro contagia y despierta el orgullo de toda esta comunidad que acompaña y consolida la institucionalización de la antropología en Córdoba.

Textos y fotos: Victoria Reusa
Antropóloga, integrante del equipo de Antropología de la Política vivida de Museo-IDACOR.