"Mamás que buscan"

Con una actividad abierta a todo público, presentarán el Programa: Claudia Carlotto , coordinadora de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI); María Gracia Iglesias, coordinadora del  Programa Nacional sobre el Derecho a la Identidad Biológica; y la antropóloga social Ludmila Catela Da Silva, docente e investigadora del CONICET, en el Instituto de Antropología de Córdoba.

El Programa Nacional sobre el Derecho a la Identidad Biológica funciona en el ámbito de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) y es el responsable de la Campaña “Mamás que buscan” que tiene por objetivo que  las madres afectadas por esta problemática se acerquen a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y registren su caso para impulsar la búsqueda.

Conformada originalmente como una Comisión Técnica especializada para impulsar la búsqueda de las niñas y niños desaparecidos como consecuencia del accionar del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar, la CoNaDI amplió su alcance a partir de la incorporación del Programa Nacional sobre el Derecho a la Identidad Biológica para abordar la problemática de la vulneración del derecho a la Identidad para casos no vinculados a los crímenes de lesa humanidad.

Actualmente, la CoNaDI recibe a todas las personas nacidas en Argentina que desconocen sus orígenes biológicos, y a las personas que buscan hijas o hijos nacidos en Argentina y de quienes se vieron separadas al nacer.

Son miles las personas que a la fecha se han acercado al Programa en busca de conocer sus orígenes biológicos.

“Las personas que buscan sus orígenes biológicos son tan variadas como cada una de las experiencias que han tenido. A algunas les contaron desde niñxs que no eran hijxs de sus padres y madres de crianza y otrxs se enteraron debido a la infidencia o confidencia de algún amigx o pariente cercano”, cuenta María Gracia Iglesias, coordinadora del Programa Nacional sobre el Derecho a la Identidad Biológica.

Iglesias explica que por esa razón, al momento de iniciar el acompañamiento se encuentran con personas adultas que no fueron informadas acerca de cómo fueron concebidos, qué planes tenían para sus vidas, quiénes son sus padres, qué nombre le habían elegido. “Casi en su totalidad fueron personas criadas en el mundo de ‘eso no se habla’.  Cada una fue  inscripta como hijxs biológicxs propixs. Fueron personas apropiados de sus cuerpos y almas”, apunta. Uno de los objetivos del Programa es nuclearlos. Trabajar en colectivo, incorporando miradas diversas en las redes de apoyo. “Si el problema es social se repara desde lo social. Entender que es un daño colectivo que es opuesto a lo privado. Como camaleones, en contra de la corriente, encontramos una herramienta fundamental que fue juntarnos y de a poquito nos vamos encontrando y unimos sentires y también saberes. Las investigaciones sueltas se van entrelazando y nos van armando el camino a seguir. Y ya tenemos varias certezas. La fundamental es saber que la manera más poderosa que tenemos de atravesar y no depender de los pactos de silencio de nuestras familias es encontrar a las madres. Ellas como nosotrxs también fueron obligadas a sumergir su verdad en un secreto profundo”, señala Iglesias al hablar de la necesidad de que las madres se animen a reclamar a sus hijxs, porque son muchas las personas que buscan a sus madres biológicas.

¿Por qué las madres biológicas buscan a sus hijxs?

Iglesias señala que como muchos de los “profesionales” intervinientes en las apropiaciones de bebés les decían a estas jóvenes y vulneradas madres que sus hijxs habían fallecido (y a los padres y madres necesitadxs de tener un hijx, que ellas habían decidido “abandonarlos”).

Por esto la sociedad comenzó a incorporar acerca de estas madres, la representación social de la carencia de instinto maternal. “Los discursos mentirosos difundían frases asociadas a la creencia acerca del abandono del niño o niña cuando en realidad no existe en la gran mayoría de los relatos tal abandono. Ni siquiera en aquellas que tuvieron que dejar a sus bebés en manos de instituciones estatales destinadas a protegerlos”.

“La verdad es que una mujer que engendró, transcurrió su embarazo y parió y que no pudo ni siquiera tocar y mirar a su bebé porque se lo robaron o porque determinadas condiciones la llevaron a darlo, conserva en su memoria la imposible separación de su experiencia como productora y paridora de un bebé. Muchas veces escuchamos relatos de madres que se animan por primera vez a contar su secreto profundo, resguardado por décadas en sus entrañas. También vemos que las instituciones no están preparadas para recibirlas e incluso a muchas le dijeron que es un delito prescripto o que sus hijos e hijas están mejor donde están y que conocerlas les provocaría mucho sufrimiento. Algo totalmente equivocado si vemos el dolor de las personas que buscan muchas veces expresado en no poder concluir sus proyectos de vida como terminar la escuela, recibirse de una carrera universitaria y la imposibilidad o dificultad para tener hijxs”.

“Los daños, impactos y afrontamientos ya van abarcando nuevas generaciones, ya que las víctimas tienen hijxs que preguntan por sus abuelxs, haciendo respetar sus derechos, resignifican y obligan con sus preguntas a reflexionar nuevas respuestas”.

Por esto, la Campaña Federal por el derecho a la Identidad Biológica se propone potenciar el alcance de esta convocatoria, realizando actividades de divulgación en distintas localidades del territorio nacional.

En el marco de esta la presentación de esta campaña en Córdoba, el 2 de marzo a partir de las 17 horas en el Museo de Antropologías, se recibirá a toda persona que quiera registrar su caso o aportar información para comenzar la búsqueda de sus orígenes biológicos o la de un hijo o hija del cual se haya visto separada en el momento del nacimiento.

Sumate a la búsqueda

Las personas que deseen registrar un caso o aportar información, pueden comunicarse con la CoNaDI llamando al 0800-222-266234, o enviar un mail a:  identidadbiologica@jus.gob.ar o conadi@jus.gob.ar

Área de Comunicación – Museo de Antropologías.